¿Nos tendrán ustedes derechos...?
Como de nuevo a mí me saldrían insultos, prefiero que lo leais esto que he leído por ahí y juzgueis por vosostros mismos.
Sr. D. Mariano Rajoy:Permítame que le aborde con esta carta y me presente. Nunca tuve tiempo para dedicarlo a la política, quizá porque desde siempre estuve acostumbrada a dejar esos asuntos en manos de gente responsable, entendida y dedicada a ello, que anteponía el interés de todos al suyo propio. Mi padre fue diputado en Cortes por la CEDA. Uno de mis hermanos es, actualmente, Procurador en Cortes por el PP. Como ve, he mamado derecha por todas partes. Mi padre me enseñó a ser buena persona y a respetar al prójimo. A mi hermano nunca le vi faltar al respeto a nadie. Nunca temí que gobernaran partidos de distinto signo. Al contrario, siempre me pareció sana la alternancia. Sin embargo, cuando España entró en la guerra de Irak y se exterminaba y enfrentaba impunemente a todo un país, tuve miedo y supe que tenía que hacer algo. Como miles de españoles salí a la calle a manifestarme, pero de nada valió, de modo que mi decisión de votar en contra del partido que gobernaba era firme. Por supuesto que sucesos del 11 de marzo afianzaron mi decisión. Pero lo que me movió principalmente a votar en contra de ustedes era mi convicción de no seguir haciendo daño a los iraquíes con mi voto. Creo sinceramente que ustedes hubieran perdido, fuera de quien fuera la autoría del atentado, porque Irak seguía presente en nuestros corazones. Ahora le observo a diario, a veces sorprendida y otras aterrada por lo que están haciendo. Sorprendida cuando veo cómo le dan ahora valor a las manifestaciones convocadas o apadrinadas por ustedes y desoían entonces aquellas que se producían espontáneamente. Sorprendida también porque muchas de las cosas que ahora recriminan al Presidente del Gobierno, las tuvieron que hacer ustedes para evitar males mayores cuando gobernaron. Es improbable que un terrorista rinda las armas por arte de magia. O se tiene la suerte o la eficacia de apresarle, o hay que negociar para que deje de extorsionar o matar. Y eso siempre ha sido así. Aterrada porque, aunque trato de ver las razones que le asisten para actuar como actúa, intuyo una carga de cinismo tremenda en sus maneras de hacer oposición. Y el cinismo es sinónimo de desvergüenza, de insolencia y de desfachatez. No puedo evitar pensar que están actuando mal a sabiendas de que lo están haciendo.Y aterrada también, porque dan ustedes la sensación de no importarles el Estado de Derecho salvo que les dé la razón. Y con esa actitud siembran en mí la duda: si ganan ustedes en las próximas elecciones, ¿tendremos un Estado de Derecho, o nos tendrán ustedes derechos? Señor Rajoy, España no se rompe por otorgar un Estatuto de autonomía a una Comunidad u otra. Pero manipular el ánimo de la gente repitiendo una y otra vez aquello en lo que no creen, sí puede romperla. Han conseguido crispar tanto los ánimos que ya no podemos hablar de política desde la calma. Han conseguido que, a su sombra, salgan de nuevo a la luz elementos ultraderechistas que, hasta ahora, estaban felizmente controlados. ¿Tanto desea ocupar el sillón presidencial, aún a costa de hacerlo en un país de nuevo dividido en dos por su forma de hacer oposición? No quiero creer que sea usted tan irresponsable.